Contaminacion de aire en Tucuman

   Desde Julio a Septiembre, una densa nube de hollín sumerge a toda la provincia en tiniebla y ocasiona inconvenientes similares a los que por estos días multiplican las quejas ciudadanas en la gran metrópolis. Suspensión de vuelos, contaminación ambiental, enfermedades en las vías respiratorias y accidentes en las rutas son algunas de las complicaciones a las que la gente ya está acostumbrada.

   El año pasado -por ejemplo- se dañaron más de 100 equipos del Centro Herrera de la Universidad Nacional de Tucumán, como consecuencia de una quema de caña que, al alcanzar cables del tendido eléctrico, provocó un corte de energía y luego una suba de tensión.

   También hubo un incendio en más de 300 hectáreas de bosques nativos y de pasturas naturales de dos fincas ubicadas en Benjamín Paz, en el departamento de Trancas. Pocos días después, la Policía Ecológica y la Patrulla de Delitos Rurales descubrieron que se habían incendiado al menos siete campos de distintas zonas, especialmente del este, e identificaron a sus propietarios. 



   La caña de azúcar es una de las industrias locales de mayor generación de recursos económicos. A su alrededor se asienta un gran número de cañeros -grandes, medianos, chicos y minifundistas-. Los cerca de 15 ingenios azucareros en funcionamiento hasta engendraron ciudades en torno a sí mismos.

   Pero el poderío de la actividad es casi tan grande como la contaminación que genera. La quema y la eliminación de los gases de combustión de las calderas son dos de los más grandes problemas ambientales.

   Mediante un estudio realizado se determino que mientrasel organismo ambiental pone un tope de 260 microgramos de partículas en el aire por 24 horas, el monitoreo detectó, por ejemplo, que en Banda del Río Salí, durante los meses mencionados anteriormente, las partículas en el aire ascienden a 764 microgramos, es decir casi un 300 por ciento de lo permitido. Las partículas de hollín que despiden las chimeneas de las fábricas se constituyen como generador principal de este impacto ambiental que se ve agravado por la presencia de polvo en suspensión proveniente de las calles de tierras de las ciudades analizadas.
   Estas cifras también se repiten en otras localidades donde se hallan ingenios azucareros. En Lastenia (cercana a los ingenios Cruz Alta, San Juan y concepción), la contaminación duplicó el valor de referencia en mas de un 200 por ciento; en las adyacencias al ingenio La Trinidad cerca del 300 por ciento (2,80 veces por encima de lo tolerado) y en Monteros la contaminación por día ascendió al 163 por ciento.
   Ahora, si estos valores demuestran una grave realidad, la sensación de impunidad se elevará a su máxima potencia a la hora de analizarse los resultados de la contaminación aérea de acuerdo a valores promedios anuales para las mismas localidades citadas. Mientras la EPA establece un nivel admitido de hasta 75 microgramos (mg) de partículas en el aire como media anual, los vecinos de Aguilares deben respirar niveles de contaminación atmosférica siete veces por encima de lo tolerado (arrojó un saldo de 506,5 mg de partículas por metro cúbico de aire cuando lo máximo aceptado es de 75 mg de promedio anual).
   La Trinidad, por su parte, les ocasiona a sus habitantes tener que respirar una concentración de partículas 5,7 veces por arriba del valor de referencia. En tanto, quienes viven en Lastenia soportan un aire con un promedio anula de 315 mg de partículas por metro cúbico, es decir cuatro veces más de lo soportado.
   “De todos los contaminantes de la atmósfera urbana, el material particulado en suspensión es uno de los que supone riesgos más graves y generalizados. Estudios sobre efectos de la exposición crónica a la contaminación atmosférica han señalado a las partículas en suspensión como el contaminantes que más incide en el acortamiento de vida por causa de la mala calidad del aire”, sostiene el informe.
   Bajo el título “Determinación de calidad de aire en distintas localidades de la provincia de Tucumán”, el estudio en cuestión fue encomendado por la Defensoría del Pueblo local a la Universidad cordobesa a fin de constatar las constantes denuncias de vecinos y organizaciones sociales por la contaminación que padecen como consecuencia de intensa emanación de hollín de los ingenios azucareros.


   Los siniestros pusieron a los Bomberos Voluntarios al límite de su operatividad, puesto que el fuego consumía cientos de hectáreas con caña desde El Manantial hacia el sur. Inclusive, el 15 de agosto la quema casi provoca una catástrofe. Las llamas que salían de un campo por poco alcanzan a un depósito de combustibles ubicado a la orilla de la ruta 38, a 50 metros del acceso sur de Concepción.


   Pese a que el artículo 186 del Código Penal argentino establece sanciones de tres a 10 años de prisión o reclusión a quien causare incendios, explosiones o inundaciones, en Tucumán no se acata la ley.